miércoles, 7 de septiembre de 2011

Intrumentos musicales diseñados por Da Vinci

La selección de instrumentos utilizados en la grabación del disco pretende servir al repertorio elegido de forma fiel y respetuosa mediante una aproximación a los existentes en los días de Leonardo y especialmente algunos hacia los que manifestó especial interés o que fueron objeto especial de sus elucubraciones y proyectos.

Viola y Canto


Ya se mencionó la maestría y especial afición de Leonardo por cantar acompañándose con la viola da braccio, instrumento que en los textos aparece también mencionada como lira da braccio o incluso cítara. Esta viola fue un instrumento de gran importancia en el renacimiento italiano, hasta el punto de ser utilizada con frecuencia como representación iconográfica de la música y se utilizaba especialmente para improvisar cantando con ella según una costumbre muy enraizada en los círculos cultos italianos.

La iconografía es abundante en todo el Quattrocento y el único instrumento que, aunque no salido de sus manos, podemos contemplar en una de sus obras: el tríptico de su Virgen de las Rocas. El destino ha querido que nuestro músico César Carazo, reuniera en su persona los oficios de cantante e intérprete de viola da braccio puestos de manifiesto con exquisito arte en las grabaciones de este disco. Leonardo dedicó un especial afán en planificar una viola que llamó organista, esto es dotada de un teclado, con la que pudiera realizarse polifonía, instrumento que presentaremos en una próxima grabación.


Órgano de agua


Instrumento construido por el maestro organero Joaquín Saura Buil


El agua es un elemento que de forma recurrente aparece en los escritos de Leonardo para ser estudiado desde múltiples puntos de vista: el movimiento, los fenómenos naturales, la obras públicas, su elevación, la utilización de su fuerza gravitatoria, las fuentes perpetuas, los relojes, los pájaros cantores, los autómatas.

El sonido del agua cautiva también a Leonardo -“De la música del agua” (C. Atlántico Fol. 201 v.)- y recogiendo el recuerdo de la impresión recibida al percibir la variada y evocadora percepción de sonidos producida por una fuente -“Se hace una harmonía con las diversas caidas de agua como viste en la fuente de Rímini, como viste el 8 de agosto de 1502” (C. Institut de France, L, 78 r.)- trata de domeñarla modelando su sonido “De la música del agua cayendo dentro del vaso” (C. Hammer, fol. 27 v.)- para terminar imaginando un auténtico instrumento musical organizado que “formará una armonía..con muchas consonancias de voces” producidas por “caños del agua que cae en las vasijas ordenadamente, según su necesidad, como hace la mano sobre las teclas del órgano.” (C. Madrid II, fol 55 r.).

De todos los instrumentos ideados por Leonardo, pocos tan interesantes sugerentes y evocadores como el órgano de agua, también muy personal, por cuanto tiene de sensibilidad musical, experimentación acústica, componente mecánica, conocimientos organológicos y conexión cultural y mítica con la antigüedad griega.

Percusiones 

De no menos de un treintena de idiófonos y membráfonos trata Leonardo en sus cuadernos, número que denota el indudable interés que suscitaron en Leonardo. Inventados unos, reformados y mejorados otros, estos instrumentos, con una larga tradición que arranca en el Medievo, eran utilizados por el pueblo sencillo o los profesionales en todo tipo de fiestas y cortejos populares, juegos infantiles, o como pararítmicos musicales de conjuntos instrumentales de diverso tipo.

Entre las manifestaciones artísticas más notables y recordadas de la corte de Florencia en tiempos del Magnífico y de Leonardo se hallan las festividades populares llevadas a cabo con motivo de los carnavales. Con ocasión de estas celebraciones, y con el antecedente de las brigate in maschera a piedi, a cavallo o sopra carri y las maggiaiole, Lorenzo de Médicis da a su pueblo, desde 1480, la ocasión de dar rienda suelta a su afán de expresión y de diversión, impulsando todo tipo de espectáculos fastuosos teatrales, y poéticos, refinadas vestimentas, convites platónicos mascaradas o sacras representaciones.



Las calles se llenan de carri y trionfi ornamentados con alegorías épicas y mitológicas por los más reputados artistas y los ciudadanos, sin distinción de clases, se entregan juntos a todo tipo de diversiones organizadas o producto de la improvisación, con el común denominador musical de los canti carnascialeschi. Los últimos diez años de su corte fueron especialmente además ricos en todo tipo de fiestas, justas y torneos, bailes, representaciones teatrales, desfiles, mascaradas, etc., en las que Leonardo tuvo una intensa participación y muchos de sus inventos, incluidos algunos musicales, estaban destinados al montaje de estas manifestaciones, aportando innovaciones o resolviendo problemas de toda índole que pudieran plantearse. No debe, por tanto, extrañar su manifiesto interés por este tipo de instrumentos. Su imaginación se centra en vencer la tradicional uniformidad de sus sencillos ingenios mejorando y diversificando sus posibilidades tímbricas y combinatorias, ennobleciendo, finalmente, su utilización hasta el punto de componer pequeños pentagramas de música adaptados a sus peculiares voces.

Campanas 

Las que suenan en el disco son las de la Iglesia de la Santa Cruz de Vinci , grabadas a nuestra petición por la N.H.K a quien agradecemos desde estas líneas su amable colaboración. Hemos querido traerlas aquí como evocación del gran interés que en ellas pusiera Leonardo de distintos modos. Así cuando, comparándolas con las imágenes aleatorias resultantes de una esponja llena de colores que se arroja contra una pared, atribuye a sus sonidos la propiedad de ser interpretados subjetivamente por una percepción analítica de sus numerosos y especialmente ricos sonidos armónicos, traduciéndolos ora en una composición musical ora en la vocalización de palabras dictadas por la imaginación del oyente. “...como el sonido de las campanas, que puede entenderse que dice lo que a ti te parezca...” (Tratado de la Pintura, IX, Precepto del pintor universal). “como con el sonido de las campanas, que en sus toques hallaras cualquier nombre y vocable que imaginar puedas”. (CIF A (2172) Fol. 102 v.) (1). En distintos lugares de sus cuadernos de notas pueden hallarse estudios sobre la física del sonido de estos instrumentos, un campanólogo, dos conjuntos mecanizados de campanas tubulares, uno de ellos para la composición un canon a cuatro voces o una campana con distintas baquetas o apagadores regidos por un teclado para realizar de la suerte distintos sonidos armónicos controlados para su aplicación musical (C. Madrid II).

Flautas rectas 

El más antiguo de los instrumentos de viento en las civilizaciones de todos los países, tenía también un gran protagonismo en los conjuntos instrumentales del Renacimiento europeo e italiano. Dentro de su notable variedad, la iconografía muestra unos instrumentos de tamaños muy variables aunque siempre tañidos con los dedos de una o ambas manos, de donde se inferían ciertas limitaciones tanto en la producción de notas como, especialmente, en su tesitura. Los testimonios conservados del interés de Leonardo por las flautas ponen de relieve una especial inquietud por perfeccionar su funcionamiento técnico y la ampliación sus capacidades sonoras. Dos de ellas (C.Atlántico, fol 1106 r.), en palabras del propio Leonardo, “no hacen la mutación de sus voces a saltos, sino en la forma propia de la voz humana, y se hace moviendo la mano hacia arriba y hacia abajo como en la trompeta torcida, y ello especialmente en la flauta A, y se puede hacer de 1/8 a un 1/16 de tono y tanto cuanto te plazca”. Pero uno de los más notables aunque, una vez más, intrascendidos inventos de Leonardo da Vinci en el terreno de la organología, es, sin duda, el de distintos sistemas de llaves para instrumentos de viento, mecanismos ideados para facilitar la obturación con los dedos de los orificios de los instrumentos de viento de la familia de las flautas de pico y de caña o trompetas. (C. Atlántico, fol. 175 r.) Con posterioridad a Leonardo, en un primer tiempo, algunos instrumentos como el cromorno, ciertas flautas muy grandes, la bombarda y la corneta, pudieron recibir una sola llave para facilitar la oclusión y apertura del orificio más alejado del tubo que, confiado al dedo meñique de la mano derecha, quedaba fuera de su alcance.

En una segunda fase, la aplicación de estas llaves a la totalidad de los orificios, haría posible la concepción de nuevos planteamientos que propiciaran la extensión del ámbito sonoro de los instrumentos y una mejora de las posiciones acústicas para la obtención de las notas, naciendo la flauta travesera tal como hoy la conocemos, el clarinete, el oboe o el fagote.

Vihuela 

Hasta los tiempos de Leonardo, los instrumentos de cuerda entrastados, como especialmente el laúd, eran normalmente punteados con plectro no habiendo asumido aún con claridad un papel polifónico al ser tañidos solos o en conjunto, cosa que harían progresivamente desde finales del Quattrocento. En los escritos conocidos de Leonardo no se trata de este instrumento aunque sí lo menciona, por la impresión que le causó oírlo tañer en Milán a un niño turco de nueve años - anota - la víspera de San Miguel 28 de septiembre de 1497... y fue juzgado entre los buenos intérpretes de Italia.” Encordada como el laúd al que se parece también en la forma de tocarse, la vihuela toma en España el lugar del laúd para convertirse muy pronto en uno de los instrumentos polifónicos con mayor entidad del Renacimiento, compañera de los instrumentos de tecla y del arpa, en la asunción individual y colectiva de la polifonía vocal en instrumental La Corte de los Sforza, de Milán, tuvo también un intercambio musical muy considerable con la Casa Real de España y de Portugal en la segunda mitad del siglo XV, por lo que es muy razonable pensar que este instrumento les resultara algo familiar.

Monseñor Higinio Anglés da una larga lista de los músicos españoles en aquella Corte en la que figuran compositores, cantores, organistas y tañedores de instrumentos de cuerda.


Órgano de papel 

Instrumento construido por el maestro organero Joaquín Saura Buil

Òrgani di carta es el nombre que se diera a estos instrumentos en el entorno de Leonardo sigiendo la costumbre de llamarlos por el material de que estaban hechos sus tubos sonoros (òrgani di legno, di piombo, di stagno, etc.). La descripción del órgano de papel de Leonardo se halla en el Fol. 76r. del Códice Madrid II de la Biblioteca Nacional de Madrid y supone un replanteamiento total de la composición los elementos del órgano de mano - organetto - tal como existía en su época y, de forma aproximada venía construyéndose desde siglos. La primera aportación a la mejora del instrumento consiste en un insólito fuelle de doble acción (fuelle de viento contínuo) en palabras de Leonardo) con dos cuerpos adosados: mientras uno se está vaciando al presionar para hacer sonar los tubos el otro se llena por la misma operación, resultando un movimiento de ida y vuelta comparable al del arco del violín que hace mucho más fácil la administración de las “respiraciones” si se comparan con las de sus congéneres dotados de un fuelle que debía ser llenado antes de vaciarlo, propiciando también la aplicación de adecuados matices en la presión de manera a facilitar la expresividad musical de la interpretación. El teclado adquiere la posición vertical perpendicular al cuerpo, mucho más manuable y ergonómica.

Con tres siglos y medio de anticipación, queda inventado el teclado del acordeón que su creador el francés Bouton comenzará a aplicar en 1852, no haciéndose corriente su utilización antes de 1920. Para aliviar al máximo el peso del instrumento, sugiere que los tubos se hagan de finas tablillas o de papel. Este último material confiere al instrumento un sonido aflautado más contenido, velado y dulce que el de la flauta con la que puede bien dialogar. Por cuanto sabemos, eran construidos por artífices especializados en su industria y no debieron ser inventados por Leonardo quien, sin embargo debió sentirse subyugado por ellos aprovechando sus cualidades en la realización de su prototipo.

Regal

Se trata de un pequeño órgano portativo dotado originalmente de un solo juego de lengua de resonador corto al que luego se añadirían otros labiales. No se halla en los cuadernos conocidos de Leonardo pero su nacimiento se sitúa en pleno Quattrocento, años antes del nacimiento de Leonardo.

Henri Arnaut de Zwolle en su conocido manuscrito (c. 1436-54) de la Biblioteca Nacional de Paris, menciona un pequeño órgano que llevaba incluidas unas pequeñas lengüetas. También Schlick nos habla con admiración en su Spiegel der Orgelmacher und Organisten, Mainz, 1511, de un juego de esta naturaleza realizado “para el misericordioso señor el Emperador de Roma” cuyo sonido era encantador e inusitado para el oído. y un instrumento de estas características aparece en el conocido grabado en madera de Hans Weidtz (1519) que se conserva en el Germanisches Nationalmuseum de Nurnberg, tañido por el organista y compositor Paul Hofhaimer acompañando el coro de voces al facistol en una misa con asistencia del Emperador Maximiliano.

Cistro

También Cítara o Cítola en castellano (Ingl., Cither, Cithern, Sittron; Fr., Citole, Cistre, Cister; It., Cetra, Cetera; Al., Zither) Dotada de cuerdas metálicas, parecida, de frente, al laúd pero con la parte posterior plana, se tocó con plectro hasta finales del siglo XVI. Fue en el XV muy popular entre todas las clases sociales no debiendo pensarse por ello que sólo se utilizara para realizar composiciones simples, pues también se escribió para ella música seria y de bastante complejidad.

Trompa marina 

Fue en su origen una variedad del monacordio tañido con arco del que sólo se obtenían sonidos armónicos y al que luego se dotó de cuerdas simpáticas. De gran tamaño - entre un metro ochenta y dos metros - su sonido era fuerte y metálico pudiendo en puente algunas cuerdas vibrar sobre la tabla armónica. Producía sólo sonidos armónicos siendo especialmente útil para la realización de “pedales”. El nombre alemán de Nonengeige puede indicar que era utilizado en los conventos de monjas para “sostener” el canto y mantener el “tono” en las largas sesiones de canto litúrgico.

Zanfona 

Es el nombre actual (también Gaita zamorana, Chifonía, Viela, etc; Ingl., Hurdy-gurdy, Synphony; Fr., Chifonie, Symphonie, Vielle (a roue); Al., Lyra, Leyer, Leyre, Drehleier, Radleier, Bauernleier; It., Ghironda, Lira organizzata) del antiguo organistrum, instrumento medieval de cuerdas que se hacían sonar haciendo girar con una mano una rueda untada de resina en guisa de arco y presionando con la otra unas teclas destinadas a establecer otros tantos puente para cantar la melodía de forma parecida a como lo harían las tangentes del clavicordio. Otras cuerdas podían producir sendas notas graves constantes de pedal como los roncones de la gaita. Muy popular en toda Europa, en manos de músicos cortesanos, callejeros o de mendigos, tendría, con pocas variaciones, su período de máximo esplendor entre finales del siglo XVII y principios del XVIII.

1 comentario:

  1. Me parece increible que en un artículo como éste se mencione el órgano de papel y el órgano de agua sin citar que las fotos que se publican son de instrumentos construidos por el maestro organero Joaquín Saura Buil. Especialmente en el caso del órgano de agua, del que Leonardo no dejo ninguna imagen y que es una creación del propio Saura. No acierto a entender cual es la política de estas publicaciones que por un lado brindan una información detallada y concisa y por otro ignoran el trabajo de otros. Si se tratara de instrumentos convencionales, quizás tendría una disculpa el no mencionar al constructor, pero al ser instrumentos únicos, me parece que es imprescindible.

    Fdo: Luis Delgado. ld@luisdelgado.net

    ResponderEliminar